En nuestra primera entrada queremos exponer los pros y contras que tiene tener un perro, ya sea de albergue o de tienda, ya sea cachorro o adulto.
Es escalofriante ver las cifras de abandonos de animales de compañía que en 2011 se cifró en unos 170.000 según la fundación Affinitty.
Los perros no son un juguete, un capricho (mayoritariamente comprado) para los niños, y cuando no se toma la decisión de forma meditada, llega el momento de atenderle o de irse de vacaciones, lo llevan lejos de casa y lo abandonan a su suerte. Además, si vais a tener niños, sed conscientes de que el perro seguirá teniendo las mismas necesidades y no podéis en ese momento en el mejor de los casos, sacar al perro 1-2 veces al día a la esquina.
¿Que nos aporta un perro?
- compañía, se convierte en un miembro más de la familia, ya sea de 1, 2 o más miembros.
- fidelidad, más allá de los límites conocidos para un ser humano. Tu perro siempre estará ahí, por mucho tiempo que pases sin verle, siempre te recordará. Por más veces que entres en casa porque te has dejado algo, todas ellas te recibirá como si no te hubiera visto en años 🙂
- juego y por tanto ejercicio también.
- ayuda (discapacitados físicos y psíquicos que pueden valerse por si mismos gracias a la entrega incondicional de sus perros guía)
- En definitiva un perro es un ser sin el barniz de la sociedad, sin ninguna capa por encima de la natural, la de perro. No te juzga, no le importa si eres rico o pobre, guapo o feo, simplemente te quiere porque te ocupas de el y él está encantado de ocuparse de ti.
- Para nosotros eso te enseña muchos valores que por desgracia se han perdido en la sociedad, en definitiva te ayudan a ser mejor persona. En eso se resume todo.
pero no nos engañemos que también tiene una serie de contras:
- coste de mantenimiento (unos 80-160 euros dependiendo de la raza y cuidados)
- sacar tiempo para sacarle no sólo a hacer sus necesidades sino a correr y sentirse lo que es, un perro. Si no tienes al menos 2 horas al día para dedicarle, no te hagas/le hagas la faena de coger un perro.
- tener paciencia para educarle, que a veces consiguen acabar con la del más templado.
- asumir que puedes tener y tendrás algún pequeño recuerdo en tu pared, tu suelo, tu mueble, tu chancla, tus zapatos (los que mas te gusten) o aquello que más te duela 🙂
- asumir que tus vacaciones vienen marcadas por la necesidad de dejar al perro en una residencia o llevarlo contigo.
- asumir en definitiva que tienes en casa un ser que depende de ti para salir 3-4 veces al día, que te necesita y que esa responsabilidad es 365 días al año llueva, nieve o truene y en ocasiones, si se pone malo del estómago, 24 horas al día, noches incluidas.
Por favor, todos vosotros tened esto muy presente para no llevaos sorpresas. Y ojo, la excusa del dinero no es tal. Evidentemente es importante poder hacer frente a necesidades veterinarias, pero no os equivoqueis no es más feliz el perro de un rico que el de una persona que vive en la calle, sino todo lo contrario; normalmente comparten con su amo una necesidad primaria, trabajan cada día para conseguir alimento y subsisten gracias a ello.
Él nunca te abandonaría y jamás entenderá que tu lo hagas. No puede ser la acción social de las navidades. No obstante, si no puedes hacerte cargo de tener un perro, siempre puedes echar una mano en alguna asociación o albergue o apadrinar algún perro para ayudar a sacarlo adelante.
