Complementos alimenticios para las articulaciones

Todos los que tenemos perros grandes y muy grandes, de más de 35 Kgrs., deberíamos pensar a largo plazo en la cadera y articulaciones de nuestros perros.

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Todos hemos oído hablar de la famosa displasia de cadera. Hablaremos un poco de ella.

Para quienes no la conocéis, se trata de una enfermedad de hueso, que es congénita (de nacimiento), hereditaria de padres a hijos y también degenerativa con el paso del tiempo. Se trata de una malformación en la articulación que une la cabeza del fémur con la propia cadera y que le provoca a los perros dolores e incluso dificultades para subir escaleras y/o sentarse adecuadamente.

Hay razas más propensas a este tipo de dolencia, como por ejemplo los pastores alemanes de belleza, los bulldog inglés, dogo de burdeos, etc..

Existen diferentes factores pero uno de los importantes son las malas prácticas de los criadores. Si un perro se chequea y se detecta que tiene displasia, lo correcto sería dejar de utilizarle como semental, cosa que no todos hacen.

Por otro lado, que tu perro haga ejercicio y tenga una buena musculatura de cadera y patas traseras siempre contribuirá a que tenga o no tenga displasia, sus efectos sean mucho menores siempre.

Y por último, queríamos recomendar un producto que nos ha ido muy muy bien con nuestro pastor alemán.  Su nombre es cosequin:

Se trata de unas pastillas con ácido hialurónico y otros componentes que actúan como condroprotectores, de manera que protege las articulaciones y permite que el desgaste de los cartílagos sea menor.

Thor, nuestro pastor alemán, es un perro bastante bruto y como pesa 40-41 Kgrs. muchas veces venía cojeando y arrastraba el dolor 2-3 días. Desde que toma este complemento, estamos encantados porque no ha vuelto a cojear.

Aunque existen muchos otros, recomendamos éste porque es el que mayor porcentaje de ácido hialurónico tiene. Lleva mucho tiempo en el mercado con resultados muy buenos. Podréis adquirirlo en cualquier tienda especializada de animales pero consultad previamente con vuestro veterinario porque tenemos entendido que las estaciones de otoño y primavera son las más adecuadas para dar estos complementos.

Y para terminar, retomando el tema de la displasia, queríamos aconsejaros que si tenéis un perro grande, a los 8-12 meses le hagáis una radiografía de la cadera para descartar la displasia porque la detección precoz es muy importante y puede mejorar mucho la calidad de vida de tu perro.

Tened en cuenta siempre que el perro no habla y se queja cuando ya hay una clínica de por medio.

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